Si quieres hablar español con tus compañeros de trabajo, tus clientes, tienes que plantear una estrategia, unos objetivos para que tu aprendizaje sea realmente eficaz y no pierdas tu tiempo.
Es 2 de febrero y los españoles por fin se han recuperado del maratón de comilonas* y de excesos de las fiestas de Navidad.
El árbol de Navidad está en su caja, el belén y los pastores en el armario, los 15 kilos de turrón terminados y, ahora, toca ser buenos.
Hay que empezar a organizar el año, hay que pensar en objetivos.
Quizás tú ya ni te acuerdas de las Navidades, del “foie”, del champán y quizás ya estás desesperado porque no avanzas con la lista de objetivos.
No sé qué te has propuesto conseguir* este año, pero si uno de tus objetivos es: “hablar español en el trabajo”, vas mal.
Bastante mal.
Y no vas bien, porque tu objetivo, es tan lógico como apretar* con más fuerza los botones del mando a distancia cuando la pila se está acabando.
Si sigues así, a finales de febrero te veo quemando los libros de español y desinstalando Duolingo.
Y, digo yo, si las empresas utilizan la técnica de los objetivos SMART para poder avanzar, ¿por qué no la aplicamos también al aprendizaje del español?, ¿por qué no pensamos en objetivos inteligentes para “aprender español”?
Te propongo que lo pruebes, que intentes definir tus metas para comunicar en español de esta manera.
Si traducimos el acrónimo SMART al español, nuestro objetivo tendría que ser:
- Específico
- Medible
- Alcanzable
- Relevante
- Delimitado en el tiempo
Vamos por partes.
Tu objetivo para hablar español debe ser: Específico
Me has dicho que tu objetivo es “hablar español en el trabajo”, pero eso es tan específico como decir: “salgo por ahí con gente”.
Cuando un alumno me dice esto, yo pregunto, pregunto, «lo fundo a preguntas»*:
¿Con quién quieres hablar español? ¿Con tu jefe, tus compañeros, un cliente?
Con mis compañeros y mis clientes.
Bien.
¿De qué quieres hablar español con tus compañeros? De la vida personal, la actualidad, de temas profesionales…
De la actualidad y de temas profesionales.
Muy Bien.
Y ¿en qué situaciones, temas profesionales quieres desenvolverte?
Quiero poder hacer una presentación
Estupendo, esto va bien.
Y ¿sobre qué tema?
Estarás de acuerdo conmigo en que no es lo mismo presentar un nuevo producto o proyecto, que hablar de la reestructuración del departamento.
Y así, debes “castigarte”* a preguntas hasta que llegues a detallar muy, muy bien tu objetivo.
El resultado podría ser algo así:
“Quiero ser capaz de presentar los resultados anuales del departamento de ventas a mis compañeros de marketing en Madrid”.
Bonito y concreto, ¿no?
Tu objetivo debe ser: Medible
Este punto puede ser más complicado porque cuantificar cómo nos expresamos, o cuánto comprendemos en una determinada situación, no es tan simple como medir las ventas, la rotación del stock, o el ROI.
Para esto, vas a tener que crear tus propios KPI’s, tus indicadores de rendimiento y acompañarlos de una escala de puntos.
Si seguimos con el ejemplo de realizar una presentación sobre los resultados anuales de tu departamento, algunos de los KPI’s podrían ser:
- Ser capaz de estructurar el discurso de mi presentación, conectar ideas
- Poder exponer las ideas sobre los resultados del año anterior
- Comprender las preguntas que me formulan tras la presentación
- Ser capaz de responder a las preguntas de mis compañeros
Y ahora, definimos las puntuaciones.
Te avanzo que no están autorizadas las apreciaciones del tipo: no sé nada, soy un desastre o cada día lo hago peor.
Bueno, a lo que íbamos.
Puedes establecer, por ejemplo, una escala de notas del 1 al 5 para cada uno de los KPI’S.
Por ejemplo, si nos fijamos en el KPI “responder a las preguntas que me formulan”, yo me plantearía algo así:
- 1. Puedo explicar y justificar brevemente mis opiniones. Sé enlazar frases de forma sencilla con el fin de describir experiencias y hechos.
- 5. Me expreso con fluidez y espontaneidad sin tener que buscar de forma evidente las expresiones apropiadas. Formulo ideas y opiniones con precisión y relaciono hábilmente mis intervenciones con las de otros hablantes.(inspirado de: Marco común de referencia. Instituto Cervantes)
Mi consejo es que tanto si aprendes con un profesor como si no, te auto-evalúes y que compartas tus sensaciones con tu formador, si lo tienes.
Tu objetivo para hablar español debe ser: Alcanzable / Realista
Yo lo llamo: “tener los pies en la tierra”.
Los objetivos como: “quiero aprender a negociar en español”, “quiero aprender a vender en español”, suenan muy bien y atraen mucho, pero, ¿son realmente realistas, alcanzables?
A ver… esto, depende.
Estos objetivos pueden ser realistas dependiendo principalmente de tu nivel y accesoriamente del tiempo que te fijes para conseguirlo (de esto hablaremos más tarde).
Si eres principiante y me dices que quieres aprender a negociar en español en 3 meses, siento romperte el corazón pero te voy a decir que NO, que no lo veo realista.
Es más, lo veo difícil, bastante difícil.
Para saber si tu objetivo es realista o no, es importante saber:
- dónde estás, en qué situaciones ya puedes comunicarte en español
- ver lo que necesitas para llegar a ese objetivo.
- el tiempo que puedes, quieres dedicarle al español
Los test de nivel o las autoevaluaciones, pueden ayudarte a obtener mucha información.
Tu objetivo debe ser: Relevante
El objetivo debe parecerte sexy, debe atraerte.
Si no sientes mariposas en el estómago* cuando piensas en tu meta, esto es malo, muy malo.
Si puedes, cámbiala.
Vuelve a pensar en qué situación querrías desenvolverte en español, o qué querrías hacer en español que fuera motivante para ti.
Lo que también puede pasarte es que sientas que el objetivo sí te mueve, pero los materiales de estudio no. Si los temas de conversación, los textos o los audios y vídeos con los que trabajas tu español te aburren más que el festival de Eurovisión… Es el momento de cambiarlos.
Tu objetivo para hablar español debe estar: acotado en el tiempo
Y llegamos al final.
Sólo nos queda establecer el tiempo en el que queremos, podemos conseguir nuestro objetivo.
Como de momento no aspiramos a tener la oratoria de Barack Obama, personalmente te aconsejo que calcules un plazo de tiempo medio-corto.
Además, tú cerebro va a estar más contento. Él prefiere los objetivos a corto plazo ya que, entre otras razones, son menos intimidantes y la recompensa va a ser rápida.
Si tu objetivo es realmente específico y alcanzable para ti, yo establecería un plazo máximo de 3 meses.
El riesgo de fijar un plazo más largo es que “te duermas en los laureles”*, pierdas el foco y la motivación.
Otro aspecto fundamental es que también fijes el tiempo que vas a dedicar cada semana a alcanzar* el objetivo.
Y… cuando hayas conseguido ese objetivo, además de celebrarlo, te invito a que te lances a por otro, pero, ya sabes, que sea inteligente 😉
VOCABULARIO
comilona = una gran comida. Comida que se realiza en fiestas, ocasiones especiales
conseguir un resultado, objetivo = obtener un resultado, objetivo
apretar = ejercer presión sobre algo
fundir a preguntas = hacer muchas preguntas hasta el punto de incomodar
castigar a alguien = corregir duramente a alguien, imponer una pena o sanción
sentir mariposas en el estómago = sentirse nervioso de emoción, por algo bueno
aburrirse = estado de ánimo contrario a divertirse, distraerse.
«dormirse en los laureles» = no esforzarse