Aunque nos separan 6 siglos algún jefe español aún sigue pareciéndose a un rey medieval. La autoridad y el no escuchar a sus vasallos son características que tienen en común
Imagina que estamos en la España de la Edad Media, imagina que estamos en el Reino de Castilla o de Navarra, no importa. ¿Qué ves?
Yo veo un rey que tiene el poder central sobre los clérigos*, los campesinos* y los siervos. Veo una fuerte organización jerárquica vertical.
Ahora imagina, estamos en el 2024, en una de las 2.933.926 de PYMES* que hay en España, no importa en cual. ¿Qué ves?
Yo veo un alto cargo, un jefe español con un poder central sobre los trabajadores.
Veo una fuerte organización jerárquica vertical.
Así es la organización jerárquica de la empresa española, como un reino medieval, con una estructura piramidal donde el respeto a la jerarquía y al jefe es importantísimo.
El rey medieval o el jefe español
Sigamos imaginando a ese Rey Medieval y a ese jefe español y verás que, salvando las distancias de la capa, las joyas y del absolutismo total, hay algunas similitudes entre los dos:
El rey era signo de autoridad. El jefe español también lo es.
En la empresa española, se espera que los empleados cedan y tengan una consideración especial hacia sus superiores.
El Rey era el que tomaba las decisiones. El jefe español también lo hace.
En la empresa española la toma de decisiones está muy centralizada y los cargos inferiores, al igual que los vasallos* del rey, tienen generalmente poca autonomía para decidir.
El Rey era el que tomaba las iniciativas. El jefe español también lo hace.
En muchas de las empresas no se espera que los empleados tengan una actitud pro activa ni expresen sus ideas para resolver un problema o mejorar el funcionamiento general de la empresa. Es más, en muchas ocasiones ni se les escucha.
El rey era, en general, amado por sus vasallos. El jefe español también.
Los empleados españoles aceptan esta relación y es curioso como la figura del jefe español puede producir respeto o hasta temor, pero también cierto paternalismo. Incluso me atrevería decir que muchos trabajadores buscan esa relación y ese distanciamiento jerárquico.
Las consecuencias del liderazgo del jefe español
Se fomenta el individualismo en lugar de animar el trabajo en grupo. Se espera que todas las ideas nazcan de la cabeza del rey. Quizás por un deseo de control o por miedo, los jefes españoles no se dan cuenta de que incluso las mejores ideas ganan fuerza cuando se desarrollan en equipo.
No es un modelo competitivo. La razón es simple: en otros países y en las grandes empresas y start ups nacionales no siguen este modelo. No siguen el modelo «yo ordeno y mando»* de la empresa o el jefe español. En lugar de tener únicamente a un cerebro pensando y muchos vasallos siguiendo órdenes y trabajando, tienen en cuenta las múltiples ideas e iniciativas de sus equipos.
Miedo a destacar* entre el grupo de vasallos. Los trabajadores, si no tienen un puesto relevante, tienen miedo a saltarse escalafones y a hacerse ver y, más aún, si el jefe está delante. Van a esperar al que el jefe hable antes que ellos, no van a rebatir sus opiniones, etc.
Problemas para retener talento. La persona que es creativa, que tiene iniciativa y que quiere ser escuchada se va de la empresa. Y esto está ocurriendo cada vez más con la generación Z. Los jóvenes vasallos prefieren irse del reino a formar parte de la corte del Rey.
Las cosas de palacio van despacio*
El panorama está cambiando y las empresas con una visión internacional y sectores como la banca, el comercio minorista y las start ups han pasado a un sistema jerárquico más horizontal, donde las propuestas no vienen sólo de una cabeza.
No obstante, pese a los progresos de los últimos diez años, “todavía hay muchas empresas basadas en monopolios, estructuras heredadas y redes clientelares que no necesitan innovar” (José Pérez, CEO de Intelygen)
Y yo me pregunto: estas «empresas medievales», ¿no necesitan, o no quieren innovar?
VOCABULARIO
clérigo = religioso, persona parte de la iglesia
campesino = persona que trabajaba la tierra
PYME = pequeña y mediana empresa (menos de 250 trabajadores)
vasallo = servidor
orden y mando = expresión para indicar una actitud autoritaria. El jefe dice «yo ordeno y mando» para expresar que él da órdenes y los demás deben obedecer
destacar = sobresalir. Distinguirse del grupo
las cosas de palacio van despacio = expresión que indica la lentitud con la que se realiza algo, en especial, la burocracia