Cultura española y reuniones de trabajo

Bendita cultura española. Así somos en una reunión

Dicen que la cultura empresarial española se caracteriza por ser poco estricta, que nos gusta la improvisación y que el « orden » no es nuestra mejor virtud.

Trini, la dependienta que tarda 10 minutos para preguntar: ¿Qué quieres?

Durante mis últimas vacaciones en España fui a comprar un libro a una pequeña librería de barrio en la que conocen a mi familia.

La dependienta, Trini, me saludo muy cariñosa y me preguntó por mis padres, mi marido.
Y siguió preguntándome por el trabajo, las vacaciones, mi tía, el perro…

Y así, unos 10 minutos.

Yo, evidentemente hice lo mismo.
Así que le pregunté por su marido, sus hijos, su nieta, el gato…

Total*, que estuvimos hablando un buen cuarto de hora antes de que me dijera: « Hija mía , ¿qué quieres? »

Mientras estaba eligiendo el libro, entró otra clienta en la librería, la Sra. Ana.

Trini le preguntó por su gata, por su hija (me enteré que vive en Australia) y por su nieta (que ya tiene 9 años).

Total: 10 minutos.

Y evidentemente, la Sra. Ana muy educadamente se interesó también por la vida de Trini.

Y así pasaron otros 10 minutos antes de que Trini preguntara: « Sra Ana, ¿qué necesita?
« Un libro para mi nieta, Trini, que vienen de vacaciones la semana que viene y así lee en español. »

Mientras Trini buscaba en lo alto de la estantería un libro para la nieta de la Sra. Ana, yo le preguntaba sobre el argumento de uno de los libros y, al mismo tiempo, otros dos clientes que estaban echando un vistazo* por la tienda, interrumpían bruscamente nuestra conversación, uno preguntándole si había recibido no sé qué libro y el otro si tenía la revista « Hola ».

Todo bien. Todos nos entendimos y nadie parecía sorprendido.

La cultura española. La misma esencia en la calle y en el trabajo.

Pues sí, así somos los españoles, y así es la cultura española, ya sea en una tienda o en una reunión de trabajo, la esencia no cambia.

Hablando de reuniones.

Dicen que España es el país que más tiempo dedica a las reuniones y más tiempo pierde en ellas.

Dicen que podemos estar media hora al principio de la reunión preguntando por los hijos, la mujer, la prima, la suegra (bueno, quizás por la suegra* no preguntamos. Ya sabes, puede ser un tema delicado)

Dicen también que somos caóticos,
que no seguimos el orden del día*, los puntos a tratar de una reunión,
que tampoco respetamos el turno de palabra.

Bien, vamos por partes:

10 minutos o más para empezar « la verdadera reunión »

Al igual que Trini, antes de « atacar » el tema de la reunión necesitamos crear un ambiente cálido entre los compañeros y más aún si en la reunión hay alguien de fuera de la empresa.

En la cultura española es importante forjar una mínima relación más allá de lo profesional y consideramos normal hablar de temas más o menos personales.

Así que, si la reunión tarda* en empezar porque estamos hablando del tiempo, del fútbol, de las últimas vacaciones, respira hondo y relájate.

No pienses que el español no tiene interés por tu proyecto, por tu visita, simplemente está calentando motores.
Sí está interesado, sí quiere escucharte, pero también le interesa, y mucho, crear un buen ambiente y tener una buena relación personal contigo.

Recuerda, Trini quería venderme un libro y también tardó más de 15 minutos en preguntarme: « Hija mía, ¿qué quieres? »

Cultura española reuniones trabajo
No desesperes si "la verdadera reunión" tarda en empezar. Antes de hablar, nos gusta conocerte 🙂

La cultura española en las reuniones. ¿Puedo hablar, por favor?

Una vez que ya hayáis conseguido entrar en el tema de la reunión no esperes que un español te ceda el turno de palabra*, antes… ¡la muerte!

Sí, estoy exagerando.

Bueno, ya me entiendes…

No esperes levantar la mano y que el español te deje hablar así, sin más.
No esperes tampoco que al decir un discreto: « puedo decir algo, ¿por favor? » el español te vaya a decir: « si, por supuesto, ¡adelante! »

La cultura española es impulsiva, somos impulsivos y lo demostramos cuando hablamos. Nos quitamos la palabra, cortamos al otro, cruzamos las conversaciones…

Y…nos entendemos.

Somos caóticos, el orden del día está para no seguirlo.

Si le preguntas a un extranjero sobre cómo son las reuniones en España, seguramente te dirá que los españoles no preparan nada, improvisan. No siguen un orden y saltan de un punto a otro sin llegar a ninguna conclusión.

Y algo de razón tiene.

Es verdad que el español es natural y espontáneo. Por eso, a veces, te puede dar la sensación que está improvisando, pero, en realidad, sí ha preparado lo que te viene a contar.

No obstante, también es cierto que expertos en productividad como Berto Pena señalan que: « Las reuniones se han convertido en lugares de opinión, en vez de lugares o centros de decisión ».

Vamos, que no sirven para nada, o para poco.

Por eso, muchas de las reuniones pueden terminar con un: «Bueno vamos a darle una vuelta* a esto y la semana que viene nos volvemos a reunir para volver a plantearlo*».

¿Qué?

Pues eso, que la semana que viene nos volvemos a reunir y… ya veremos si después de otras 2 horas de reunión llegamos a una conclusión.

Y esto, en la cultura española se conoce como: «REUNIONITIS».
Sí, como la artritis, la faringitis, la hepatitis, la dermatitis…
Pues eso, la inflamación*, el aumento del número de reuniones.

Mónica

PD: Dicen que las reuniones españolas tienen tendencia a alargarse… Así que, antes de ir a una desayuna bien y llévate un bocata de jamón, ¡nunca se sabe !

VOCABULARIO

Total = en resumen (coloquial)

echar un vistazo = mirar, leer algo de forma rápida

orden del día = temas, asuntos a tratar en una reunión

la suegra = la madre de tu mujer

 

ceder el turno de palabra = dar, conceder la palabra

dar una vuelta  a un tema = hablar, pensar otra vez sobre el mismo tema

plantear = proponer, exponer

inflamación = patología que produce un aumento de volumen, irritación

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