Empresas españolas y los títulos universitarios

Empresas españolas, ¿qué perfiles buscaban en los 90?

En los años 90 las empresas españolas valoraban los diplomas universitarios. Así los jóvenes de esa época nos lanzamos a coleccionar títulos, muchos títulos.  Todo esto cambió con la crisis de 2008 y muchos tuvieron que guardar sus títulos para trabajar de lo que podían o irse con sus títulos a otros países de Europa.

Estudia hija mía, estudia.

Cuando yo estaba en el Instituto, a finales de los 90 (no empieces hacer cálculos, que te conozco…) mis profesores, mi familia me repetían una y otra vez,
una y otra vez.

«Estudia, hija mía, estudia».

Era « el boom » de los estudios universitarios, y había que estudiar una CARRERA*.
Y si estudiabas medicina, derecho o ingeniería, ya eras lo mejor de lo mejor.
En tu casa estaban orgullosos, muy orgullosos.
Tus vecinos te admiraban y te decían: « ooooh ».

Y todo el mundo estaba contento, muy contento.

Bien.

Y como esto era lo correcto, lo bueno, así lo hicimos la mayoría de los españoles de mi generación y de algunas generaciones posteriores.

Muchos de nuestros padres no habían podido realizar estudios superiores, así que nosotros pensábamos que la universidad iba a asegurarnos nuestro futuro. Creíamos que sería muy fácil encontrar trabajo y que las empresas nos querrían.

Estudia hija mía, estudia, pero no estudies Formación Profesional.

Así las cosas, si eras un estudiante bueno, normal, o incluso malo, ibas a la universidad.
Y si eras un estudiante muy, muy, pero que muy malo, hacías estudios de formación profesional, o comúnmente llamados: « FP ».

Y evidentemente, como podrás imaginar, estudiar formación profesional era un drama, una vergüenza para la familia.
A esto, había que añadir que la calidad y la variedad en ese tipo de formación era poco motivante. Y es que, aparte de electricidad, mecánica, hostelería o secretariado, no había mucho más par elegir.
En fin, que lo de estudiar formación profesional, era la última de las opciones.

Hoy, afortunadamente, las cosas han cambiado. La formación profesional está mejor valorada por los estudiantes y las empresas españolas y, además, hay una mayor oferta.

Aún así, y según el informe del Panorama de la Educación de 2019, solo el 18,7% de los alumnos españoles elige estudios de formación profesional, frente a la media de la OCDE que alcanza el 31,0%.

Las empresas españolas y su fiebre por los títulos

Durante la década de los 90 y hasta principios del siglo XXI, si tenías un título universitario, un diploma, las empresas españolas garantizaban un trabajo estable y más o menos bien remunerado.

En ese momento, entre 1995 y 2007, la economía española estaba en un periodo de crecimiento fuerte, debido a la  entrada de España en la Unión Económica y Monetaria de la Unión Europea. Esto provocó la bajada de los tipos de interés y la llegada de inversores extranjeros.
Y en ese momento, las empresas españolas vieron la oportunidad para desarrollarse. Pero… se dieron cuenta de que tenían un problema, no contaban con personal competente.
Así que empezaron a contratar perfiles cualificados, perfiles con titulitos.

Con esta excelente coyuntura económica  el número de titulados universitarios españoles creció exponencialmente.

Nosotros, los jóvenes de esa época, nos lanzamos a coleccionar títulos,
papelitos,
cuantos más mejor.
Papelitos bonitos, decorados con marcos dorados.

Bien

Mucho título, pero poca práctica.

Cuando terminábamos nuestros magníficos estudios, cuando salíamos de la universidad con nuestro papelito bonito debajo del brazo, sabíamos poco o muy poco del trabajo real.

Normal.

Habíamos estado durante 3, 5 ó 6 años escuchando a unos señores muy serios en anfiteatros muy grandes.
Esos señores hablaban mucho, mucho.
Hablaban de conceptos abstractos, de teorías, de hipótesis, de estudios…Todo muy interesante (bueno, no siempre).
Pero esos señores no hablaban de práctica, de eso, no hablaban nada.

Nada, de nada.

Yo estudié derecho y no vi un juicio, una demanda o un interrogatorio ni en foto, ni en fotocopia.

Triste, muy triste.

Afortunadamente, creo que en los estudios de medicina la situación era diferente y hacían bastantes prácticas*.

No obstante, y a pesar de no tener ni idea de nuestra profesión, podíamos conseguir un puesto de trabajo relativamente bien pagado (en relación a los salarios medios españoles) y un contrato indefinido.
Y no había que preocuparse demasiado, o nada, por tener mucha experiencia u otras habilidades (liderazgo, capacidad para trabajar en equipo, etc). Se pensaba que eso ya lo adquirirías (o no) con la práctica, trabajando.

Pero, por desgracia las cosas cambiaron… y mucho.

Las empresas españolas ya no quieren titulitos.

Este panorama empezó a cambiar con la crisis del 2008, o cuando los españoles « dejamos de ser ricos » (si quieres este episodio te lo cuento otro día).

Entonces, esos títulos, esos papelitos bonitos, ya no valían, o valían menos.

Las empresas españolas no tenían recursos para crecer, por lo que no podían contratar más universitarios. Y, peor aún, a muchas empresas les sobraban universitarios. Así que, muchos titulados fueron despedidos*…

Para que te hagas una idea de la situación, en 2012, el paro* de los titulados universitarios españoles se multiplicó por 2,86. Los titulados españoles alcanzaron una tasa de paro del 12,4%, frente al 5,2% del la UE.

Sí, esto también es triste, muy triste.

Estoy segura de que en ese momento en España, había bastantes universitarios a los que les hubiera gustado ser electricista, carpintero* o mecánico.

Así, muchos de esos jóvenes titulados tuvieron que guardar su colección de papelitos bonitos y ponerse a trabajar en bares, tiendas, fábricas… 40 horas a la semana por 600 euros al mes.

Y, otros muchos, se vieron obligados en pleno siglo XXI a empaquetar en una maleta su colección de papelitos bonitos y emigrar a Francia, Alemania o Reino Unido. Así se habló de la generación más preparada de la historia y también de la más frustrada.

No sé si estarás de acuerdo conmigo, pero esta situación, además de ser triste y cruel, invita a una reflexión profunda… Muy profunda.

Mónica

PD1: Si quieres saber más sobre la emigración de los jóvenes españoles te aconsejo que veas el documental « En tierra extraña » de la directora Icíar Bollaín

PD2: Si te apetece contarme lo que valoraban las empresas de tu país en los años 90, te leo

PD3: Si quieres hablar, hacer algún comentario sobre la realidad de los universitarios españoles de principios del siglo XXI, también te leeré encantada.

VOCABULARIO

Carrera = estudios universitarios

prácticas /hacer prácticas = periodo de entrenamiento bajo la dirección de un tutor para habilitarse y poder ejercer una profesión

despedir = decir adiós. En el ámbito de la empresa, decir adiós, prescindir de un trabajador

 

paro (estar en el paro) = situación en la que se encuentra quien no tiene trabajo

carpintero = profesional que trabaja con la madera y hace mesas, puertas, etc.

 

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